No más hungo en las unhas.
No más suportar la cuñada.
No más el aburrimiento del viernes a noche.
No más “me gusta la lluvia, te gusta él sol”.
No más mañanas de domingos de soledad contigo a mi lado.
No más pedirte que vaya de una puta vez al dentista.
No más tener que apagar el agua mientras me enjabono.
Ni que tener que pedirte perdón porque no me haces feliz.
No más Bilbao de cielo griz.
No más pelos de gatos en mi ropa negra.
No más rap, ni de los buenos.
No más hacerte “caqui” sin recibir otro cariño a cambio
Ni dejar la cama 5 minutos después del polvo mañanero.
No más posibles falsas espectativas de que todo salga bien al final, cuando todo ya llegó al fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario